La temperatura era ideal… el sitio precioso…., sólo quedaba empezar a trabajar.
Cuando llegamos a Pueblo Acantilado, nos recibieron, como siempre, con esa atención que les caracteriza. Hicimos una pequeña sesión y luego después de comer nos desplazamos a Cala Moraig, donde terminamos de pasar la tarde. Los resultados quedaron así…